miércoles, 10 de mayo de 2017

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias Discurso de odio

EFRAÍN FLORES IGLESIAS
En política no todos están acostumbrados a perder. Muy pocos son los que se levantan de una caída y siguen luchando para hacerse del poder.
Hay quienes con madurez reconocen su derrota en las urnas felicitando al ganador y contribuyen a la gobernabilidad de un pueblo.

En Guerrero tenemos varios ejemplos de políticos inmaduros que después de perder una elección se llenan de odio, el cual lo demuestran en las declaraciones que dan a la prensa y los discursos que pronuncian ante sus simpatizantes.

No entienden que proyectar odio y amargura es contraproducente para convencer a aquellos que viven con paz interior y desean escuchar propuestas sensatas para mejorar las condiciones del pueblo o ciudad en el que viven.

Se entiende que el papel del opositor es ser crítico.

Criticar no es malo. Por el contrario, contribuye a que el gobernante en turno haga mejor las cosas y esté consciente que tiene opositores que no descansarán en disputar el poder.

Lo malo es que un dirigente opositor esté en contra de todo y a favor de nada, como es el caso de Andrés Manuel López Obrador, dirigente nacional de Morena, quien tacha de lo peor a los demás partidos políticos, pero no se fija de la podredumbre que impera en el suyo.

Desde luego que el gobierno que encabeza Enrique Peña Nieto no es el que planteó en 2012, ya que las políticas públicas que ha implementado han perjudicado los bolsillos de la gran mayoría de los mexicanos y en materia de seguridad pública, está reprobado.

En la elección pasada el PRD perdió la gubernatura del estado de Guerrero, luego de detentar el poder durante dos periodos. Y eso ocurrió porque así lo decidieron la mayoría de los ciudadanos que acudieron a las urnas a emitir su voto.

Después de 10 años el PRI volvió a Casa Guerrero con Héctor Astudillo Flores, quien realizó una campaña de propuestas y amarró alianzas con actores de diversas fuerzas políticas.

El PRD perdió la gubernatura, pero ganó importantes presidencias municipales (Acapulco, Zihuatanejo, Ometepec, Teloloapan, Pungarabato, etc.) y varios distritos electorales (locales y federales). Su derrota no fue catastrófica.

Beatriz Mojica Morga se obsesionó con el poder. Creyó poder retener la gubernatura para su partido, sin tomar en cuenta que los pésimos gobiernos que encabezaron Zeferino Torreblanca Galindo, Ángel Aguirre Rivero y Rogelio Ortega Martínez iban a ser determinantes para que los electores le dieran el voto de castigo al PRD.

El Caso Ayotzinapa le pegó bastante a su campaña, ya que ese episodio ocurrió durante el gobierno de Ángel Aguirre, gobierno del que formó parte como secretaria de Desarrollo Social.

También le afectó que los senadores Armando Ríos Piter y Sofío Ramírez Hernández, así como el Partido Movimiento Ciudadano (MC) de Luis Walton Aburto, no se hayan sumado a su proyecto.

Sin lugar a dudas, fue un duro golpe en su carrera política.

Pero si Beatriz Mojica sigue empeñada en seguir la ruta de descalificación de López Obrador, muy difícilmente llegará al poder en Guerrero.

Beatriz Mojica ha cuestionado severamente el tema de la inseguridad púbica que afecta gravemente a los guerrerenses y ha exigido la salida del gobernador, pero se le olvida que la inseguridad en la entidad inició durante la administración de Zeferino Torreblanca y se recrudeció durante el mandato de Ángel Aguirre.

Lo que se requiere en este momento es un gran acuerdo entre las autoridades, partidos políticos, organizaciones sociales, la iglesia y los ciudadanos en general para hacerle frente a la inseguridad.

Ojalá la secretaria general del Comité Ejecutivo Nacional del PRD haga a un lado su discurso de odio y proponga alternativas para que a Guerrero le vaya bien.

Que la estrategia de confrontación estéril se la deje Pejehová. De lo contrario, ni al Senado llegará en 2018.

DESAPARECE EL PT EN EL CONGRESO LOCAL

La llegada de Victoriano Wences Real a la dirigencia del Partido del Trabajo en el estado de Guerrero, ha sido contraproducente para dicho instituto político. En el lugar de sumar, resta.

Tal vez Alberto Anaya Gutiérrez, dueño del PT, nunca se imaginó que Victoriano Wences iba a generar una gran desbandada en estas tierras sureñas y que la fueran encabezar los diputados locales Fredy García Guevara y Jesús Martínez Martínez.

Los legisladores se llevaron la estructura del petismo guerrerense. Y hasta no mucho se integraron a las filas del PRD, por lo que la presentación del PT en el Congreso local desapareció y la bancada del Sol Azteca se fortaleció con dos nuevos integrantes.

Fredy Guevara fue durante años dirigente del PT y consolidó una importante estructura. Además, su incorporación al PRD favorecerá para que la fracción parlamentaria de este partido no sea avasallada tan fácilmente por el PRI.

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