martes, 30 de agosto de 2016

(FRAGMENTO) EL MACHISMO DE TODOS NOSOTROS. 57 PAUTAS DE CONDUCTA MACHISTA EN LA VIDA COTIDIANA // Por Carlos Arroyo (Ensayo)







El diagnóstico de las actitudes machistas tropieza de entrada con dificultades nada despreciables que complican la lucha contra ellas. La fundamental es que el machismo adopta muchas formas conceptualmente hablando: puede ser un tipo de personalidad más o menos normalizada, un catálogo de conductas determinadas, una ideología social, una concepción biológico-supremacista del mundo, una desviación patológica de la personalidad, una forma arrogante y despreciativa de hablar, una vulgar excusa para conseguir determinados fines egoístas e incluso una lamentable expresión del miedo al diferente, a un diferente cuyos códigos no dominamos porque no nos hemos molestado en captarlos y analizarlos. Seguramente el machismo se puede describir de unas cuantas maneras, pero una en la que deberíamos coincidir es la negación de la igualdad de derechos y obligaciones, y consecuentemente, del derecho a la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres.

El retrato del machista es fácil de hacer en términos de caricatura o en su versión más cruda, la de aquel que hace ostentación de su compacta ideología hostil hacia las mujeres, de su desprecio hacia el otro sexo. Quien más quien menos conoce a uno de estos ejemplares zoológicos, y no aportaría mucho caracterizarlos ahora. No es mi objetivo hacer una académica disección de estos cavernícolas frente a los que casi todos tenemos sistemas de alerta. Soy consciente de que suena cínico, e incluso cruel, pero, exclusión hecha de los aspirantes a asesinos y maltratadores, aquellos son los que menos me preocupan. Son dinosaurios que acabarán extinguiéndose si no evolucionan, aunque cualquier tiempo que tarden en extinguirse es demasiado largo.

Esto me ha llevado a elaborar un catálogo de 57 conductas ante las cuales creo que debemos de encender el piloto rojo y actuar en consecuencia. Sería más lúcido articular teorías antropológicas, sociológicas, psicológicas, históricas y todo lo que queramos añadir, pero me parece más práctico bajar al terreno y enumerar conductas que demuestran un enfoque machista, más o menos burdo o refinado.

Antes de enumerarlas, me gustaría precisar que estoy convencido de dos cosas. La primera, que, aunque la mayoría son conductas masculinas, no es descartable que algunas sean compartidas por las mujeres. La segunda, que habrá lectores que considerarán que incurro en una exageración enfermiza o una atosigante ultracorrección política. Mi reacción frente a esta anticipada objeción es simple: me mantengo en mis trece. Estoy convencido de que todo lo que digo que es machista en este catálogo es realmente machista.

1.      Es machista tolerar en silencio los abusos machistas de un hombre o simplemente reírle las gracias.

2.      Es machista rechazar la existencia de cuotas de género y tolerar o avalar su causa, las desigualdades de género.

3.      Es machista sentirse incómodo con tu jefe porque es jefa.

4.      Es machista considerar que, hasta que no se demuestre lo contrario, cualquier mujer designada para un cargo lo es por cuota.

5.      Es machista no sentir una indignación bíblica ante la diferencia de sueldos entre hombres y mujeres, por ser hombres y mujeres, y ningún otro motivo.

6.      Es un grado infame de machismo no promocionar a una empleada porque está embarazada o tiene hijos pequeños.

7.      Es machista ser director y crear comités con predominio absoluto de los hombres. Si hablamos de consejos de administración o comités ejecutivos, lo de predominio nos lo podemos ir ahorrando: son comités unisexuales.

8.      Es machista estar incómodo cuando se trabaja mano a mano con personas de otro sexo.

9.      Es machista criticar a una mujer profesional si llama a casa para gestionar asuntos familiares o comprobar que todo está en orden, sobre todo si tu casa está bajo control gracias a tu mujer.

10.  Es machista aceptar sin más la idea de que los hombres están dispuestos a trabajar más que las mujeres: la unidad de medida no puede ser el hombre ni la mujer, es la pareja. Si un hombre puede prolongar la jornada es porque su mujer le cubre las espaldas en casa. Casi nunca al revés.

11.  Es machista imponer un horario incompatible con la vida familiar.

12.  Es machista convocar reuniones importantes de trabajo a partir de las 18.00, porque así se pone en un brete a las mujeres. No así a los hombres, generalmente cubiertos en el hogar por sus mujeres.

13.  Es machista considerar que el tiempo profesional de tu mujer vale menos que el tuyo cuando surgen imprevistos familiares.

14.  Es machista sentirse incómodo por el hecho de que tu mujer cobre más que tú.

15.  Es machista creer que las mujeres conducen peor que los hombres. (Que se lo pregunten a las compañías de seguros).

16.  Es machista no ir a la compra.

17.  Es machista ir a la compra solo para buscar delicatessen que tu mujer nunca se permite por no descontrolar el gasto. Tú, jamón ibérico; ella, arroz y fideos.

18.  Es machista no llevar dinero encima porque ya se ocupa tu mujer.

19.  Es machista sobrecargar sistemáticamente el bolso de tu mujer con tus cosas para poder ir más cómodo. Aunque vaya precedido de “¿Te importa llevarme…?”.

20.  Es machista aceptar alguna tarea doméstica menor, pero nunca poner la lavadora, ni tender, ni pasar la aspiradora, como si fuera más complicado que poner un satélite en la órbita de Marte.

21.  Es machista creer que las camisas salen planchadas de la lavadora.

22.  Es igual de machista aceptar que la mujer es la única que cocina, con la excepción de la gloriosa paella o la barbacoa dominicales.

23.  Es machista creer que el desayuno se pone solo en la mesa (y que, además, solo es una tacita y un platito).

24.  Es intolerablemente machista no aprender a hacerse un café porque para eso ya está tu mujer. Aunque se lo pidas por favor.

25.  Es machista creer que los platos se meten solos en el lavavajillas. Y creer que salen solos del mismo.

26.  Es machista creer que los calcetines usados se recogen a sí mismos en la cesta de la ropa.

27.  Es machista creer que las bolsas de la basura se desmaterializan por las noches.

28.  Es machista renunciar a la señora de la limpieza porque sale cara, y no ponerse a barrer y fregar, dejando que se encargue tu mujer.

29.  Es machista rehuir opinar o tomar decisiones sobre la decoración de la casa, como si solo fueran cosas de mujeres.

30.  Es machista pedir a tu mujer que te acompañe a comprar ropa y no esforzarte en acompañarla las pocas veces que ella te lo pide a ti.

31.  Es machista olvidar decirle a tu mujer “no te pintes, cariño, que solo vamos a dar un caminata por el parque”.

32.  Es machista criticar el desaliño indumentario en las mujeres si consideras normal el de los hombres.

33.  Es machista no ponerse en el lugar de la mujer y entender que, cuando habla de cualquier tema, no necesariamente quiere que le resuelvas la vida. A veces solo pretende que la escuches. A los hombres nos cuesta hacernos a la idea, pero mejor aprenderlo pronto.

34.  Es machista no interesarse y mostrar comprensión por las alteraciones psicológicas causadas por la menstruación.

35.  Es machista minusvalorar los encuentros de tu mujer con sus amigas de siempre y considerar sagrados los tuyos con tus amigos (aunque sean ajenos al fútbol).

36.  Es machista asumir sin acordarlo que, de los dos coches de la familia, el grande es para ti, y el pequeño, para tu mujer.

37.  Es machista decirle a tus hijos: “Eso, lo que diga tu madre”. Como si a ti te hubiera puesto el ayuntamiento para criarlos y educarlos.

38.  Es machista considerar que determinadas tareas del cuidado y la educación de los niños son responsabilidad de las mujeres por mandato divino: por ejemplo, el biberón, el bocadillo del colegio, la merienda en casa, el pediatra, la visita a los profesores de los niños…

39.  Es machista considerar que el supuesto mejor rendimiento de niños y niñas por separado justifica la separación de sexos en la escuela. ¿Es razonable crear dos guetos sexistas por una hipotética mejora que hasta el momento no he visto más allá de algunos titulares que remiten a mitológicos estudios? ¿Y ese hipotético medio punto de mejora compensará las alteraciones infligidas en la visión del mundo de esos chicos y chicas que, desde entonces, se verán mutuamente como extraterrestres?

40.  Es machista dejar sin reproche cualquier conducta machista de tu hijo (o hija).

41.  Es machista educar a tu hija (y a tu hijo) en la resignación ante el machismo.

42.  Es machista pedirle a tu hija que haga las tareas que no te atreves a pedirle a tu mujer para no quedar como un machista.

43.  Es machista consentir que la hija haga más tareas del hogar que el hijo.

44.  Es machista permitir que, a similar edad, el hijo vuelva a casa por la noche más tarde que la hija (la diferencia de vulnerabilidad callejera nocturna, debida a causas asimismo machistas, se afronta por otros procedimientos).

45.  Es machista tener más inquietud por la vida sexual de tu hija que por la de tu hijo.

46.  Es machista pagar siempre en los restaurantes y en los bares porque está feo que pague una mujer.

47.  Es machista distribuirse en grupos de hombres por un lado y mujeres por otro en las cenas de amigos.

48.  Es machista incurrir en la relativamente frecuente conducta de avasallar a tu mujer en las discusiones durante las cenas de amigos. Es la típica reacción masculina, “¡Qué sabrás tú de esto!”, que raramente se tiene con un hombre.

49.  Es machista considerar que una mujer no puede catar el vino en el restaurante (aunque entienda de vinos más que tú).

50.  Es machista conceder menos mérito a las hazañas deportivas de las mujeres que a las de los hombres por el hecho de que sus marcas sean inferiores.

51.  Es machista sentirse incómodo en un taxi conducido por una mujer.

52.  Es machista despreciar con aires de suficiencia a las mujeres musulmanas que utilizan pañuelos o velos.

53.  Es machista echar un piropo a una mujer, salvo que sea tu amiga o haya una situación de confianza que impida los equívocos. Queda muy lejos la actitud tremendista típica en Estados Unidos ante estos temas.

54.  Es machista no entender de una vez que las mujeres suelen preferir el sexo lento y con prolegómenos a entrar en materia sin preámbulos y si te he visto no me acuerdo.

55.  Es machista decirle a tu mujer que se ha vestido de forma demasiado atrevida cuando te encantaría que la de enfrente fuera exactamente así.

56.  Es machista mirar tan descarada e insistentemente a un mujer que la haga sentir incómoda o temerosa (especialmente en un ascensor o en una habitación sin nadie alrededor).

57.  Es machista creer que una mujer simpática y sonriente te está pidiendo sexo.


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