miércoles, 22 de junio de 2016

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias Longino, a cuatro años de su desaparición

EFRAÍN FLORES IGLESIAS
Este miércoles se cumplieron 4 años de la desaparición del joven indígena Longino Vicente Morales, originario de un pueblo na savi del municipio de Ayutla de los Libres, quien la noche del 22 de junio de 2012 salió de su domicilio en Chilpancingo para visitar a un amigo, pero desde entonces ya no se le volvió a ver.

Desde aquella noche su esposa Blandina Diéguez Castro lo busca. No ha tenido éxito. Longino desapareció misteriosamente. Era un joven tranquilo.

Lo conocí en la Unidad Académica de Derecho de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro) en el año 2007. Le apasionaba servir a sus hermanos indígenas. Fue por eso que decidió meterse a la política, colaborando en 2011 como secretario particular del entonces secretario de Asuntos Indígenas, Marcos Matías Alonso.

En el proceso electoral de 2012 decidió sumarse a la campaña de los abanderados del PRD en Chilpancingo, particularmente en el equipo de Jorge Salgado Parra, quien contendió para diputado federal por el distrito 07.

A una semana de la elección (1 de julio), Longino fue desaparecido.

Entre las 9 y media y 10 de la noche de aquel 22 de junio salió de su domicilio para visitar a uno de sus amigos, y de regreso a su casa ya no se supo más de él.

Su esposa sigue exigiendo a las autoridades que investiguen su paradero, pero lo único que ha constatado es la indiferencia de los funcionarios públicos con los que Longino trabajó. Ninguno de ellos asumió su caso para obligar a las autoridades que realizaran una investigación exhaustiva. 

En un boletín difundido este miércoles en las redes sociales, asociaciones civiles, organizaciones sociales y familiares de desaparecidos refieren que “de nada le sirvió a Longino y a su familia haber sido en el 2011 coordinador de campaña en la zona mixteca del defenestrado gobernador Ángel Aguirre Rivero, tampoco les sirvió haber sido secretario particular de  Marcos Matías Alonso en la  Secretaría de Asuntos Indígenas, y, mucho menos hubo un gesto de solidaridad del ex diputado federal Jorge Salgado Parra, con quien trabajó en su campaña”.

Asimismo, se indica que sus padres Marcos Vicente Castro y Francisca Morales Jiménez, hablantes del Tuun savi, “experimentaron lo que todas las familias indígenas sufren por la pérdida de su hijo: indiferencia, engaño, maltrato, desprecio y burlas. No encontraron una autoridad que les brindara la atención adecuada. Su sufrimiento ha sido cruento porque desconocen el estado que guarda la investigación. Optaron por regresar a Ayutla, ante la precariedad económica y el trato hostil de las autoridades”.

Por su parte, Blandina Diéguez Castro, ha peregrinado durante estos cuatro años por varias dependencias, lamentablemente su esfuerzo no ha rendido frutos, porque hasta la fecha no hay avances en la investigación.

Urge que muy pronto se aclare quiénes y por qué desaparecieron a Longino. Ya basta de impunidad.

ENTRE OTRAS COSAS… Es lamentable que al titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Xavier Olea Peláez, le tiemblen las corvas para detener a los dirigentes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG), alegando que “podrían crear ciertos problemas de índole político” y que por eso no actúa para cumplir con su deber.

En Chilpancingo y otras ciudades de la entidad prevalece un fuerte rechazo en contra de las acciones vandálicas y los constantes bloqueos que realizan los maestros cetegistas en las carreteras federales y la autopista del Sol, ya que han perjudicado la economía de los ciudadanos.

Al fiscalito le vale un comino que se violente el derecho de terceros. Prefiere darle impunidad a los cetegistas para que sigan ocasionando perjuicios en todo el estado. No cabe duda que es un irresponsable.

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Twitter: @efiglesias

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