martes, 31 de mayo de 2016

CONTEXTO POLÍTICO Por Efraín Flores Iglesias Peña Nieto y el estado de Guerrero


EFRAÍN FLORES IGLESIAS
Para algunos, es un pésimo gobernante, que le quedó grande el cargo y que su imagen está por los suelos. En efecto, me refiero a Enrique Peña Nieto, quien desde el inicio de su administración ha sido severamente criticado por algunas decisiones que ha tomado en materia política y económica.

Es válido que a un gobernante se le cuestione por sus desaciertos, pero también es necesario reconocerle cuando realice acciones que beneficien a la población.
El estado de Guerrero ha sido una de las entidades que mayor apoyo ha recibido del gobierno de Peña Nieto, sobre todo en infraestructura carretera, reconstrucción de caminos, puentes, centros educativos y hospitales, y proyectos productivos.

Y se vio la mano de su gobierno cuando ocurrió la tragedia de “Manuel” e “Ingrid”, en septiembre de 2013, ya que inmediatamente se trasladó a la entidad para cuantificar los daños. Desde luego que la reconstrucción sigue.

El gran pendiente que tiene con Guerrero es la seguridad pública, un tema, sin lugar a dudas, complicado por la violencia generada por los grupos de la delincuencia organizada que se disputan a sangre y fuego el control de las rutas para el trasiego de enervantes.

Se ve complicado que el país se pacifique en corto plazo, particularmente nuestra entidad suriana. Y no toda la culpa la tiene el gobierno. La sociedad también es corresponsable de la violencia. Lo digo porque desde los hogares se deben de fomentar buenos valores para que los hijos no se enlisten en las filas de la delincuencia.

Claro, se necesitan empleos y mejor pagados para que los jóvenes no sean presas fáciles de los criminales; y que las corporaciones policiacas realmente cumplan con su función de combatir la criminalidad.
No soy iluso, pero estoy convencido de que si todos ponemos de nuestra parte, las cosas pueden mejorar.
No defiendo a Peña Nieto, ya que tiene quienes lo hagan. Pero si es necesario reconocerle algunas acciones que ha emprendido a favor de la entidad, porque las veces que he visitado algunos pueblos de las regiones Centro, Montaña y Norte de la entidad, me he percatado de que la gente ha sido beneficiada con proyectos productivos, a través de algunas dependencias, tales como la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) y el Instituto Nacional de la Economía Social (INAES)

También hay que reconocer que algunas delegaciones federales en Guerrero no están funcionando como debe ser; de hecho, sus titulares ni huelen ni hieden, ya que solamente les interesa cobrar jugosos salarios y beneficiarse de proyectos productivos. O sea, le están fallando al que despacha en Los Pinos. Urge que los pongan en cintura.

Sin importarle colores, el mandatario federal le ha apostado mucho a Guerrero. Y este lunes, en Tres Palos, municipio de Acapulco, ratificó su compromiso de no dejar solo a Guerrero.

“Guerrero no está solo y su amigo el presidente está decidido a seguir  apoyando a este estado que enfrenta rezagos, y estoy consciente de ellos, y en los que estamos trabajando, porque no los estamos dejando solos”, dijo ante cientos de asistentes.

Por su puesto, Héctor Astudillo Flores le reconoció a Peña Nieto todo el apoyo que le ha dado a Guerrero.

Se palpa inmediatamente que entre el gobernador y el presidente de la República hay buena química. Y no porque ambos sean del mismo partido político, sino por la voluntad de coordinarse para que le vaya bien a la entidad.
Peña Nieto, a pesar de ser satanizado por los simpatizantes del Pejeyac (la república amorosa de Andrés Manuel López Obrador), ha visitado Guerrero en 31 ocasiones. Tal vez sea el presidente de la República que más ha visitado y traído apoyos a estas tierras del sur.

No se sabe quién sea su sucesor. Ojalá que en 2018 no llegue al poder un insensible que mande al carajo a Guerrero.

ENTRE OTRAS COSAS… El que sigue dando de qué hablar, pero para mal, es Marco Antonio Leyva Mena, mejor conocido como “Alcalde Chambitas”. Casi a diario le llueven protestas por los ineficientes servicios públicos (agua potable, recolección de basura, seguridad, etc.) que brinda su administración. De inútil, insensible y corrupto, no lo bajan. ¡Zas!

Pero mañana seguiremos comentando más sobre el tema.

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