viernes, 29 de enero de 2016

LA CALIDAD MORAL DE MEJÍA BERDEJA Por Gaby Carmona Astudillo

El diputado local del Partido Movimiento Ciudadano Ricardo Mejía Berdeja a emprendida una campaña constante en contra del alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, a grado tal que ha llegado a compararlo con el defenestrado ex edil Igualteco, José Luis Abarca.

Los ataques constantes en contra del edil perredista llaman la atención de quienes de alguna forma están inmersos en el escenario político guerrerense y en especial en la política acapulqueña, queda claro que a Mejía Berdeja  algo le molesta o incomoda del presidente municipal Evodio Velázquez.

Desde que llegó al poder legislativo los señalamientos en contra del joven político acapulqueño son constantes, un día y el otro también, hace declaraciones temerarias en contra de quien un día fuera aliado político de su patrón Luis Walton Aburto, no hay que olvidar que Evodio al igual que Aguirre Rivero jugaron un papel decisivo en el triunfo electoral del empresario gasolinero, algo que parece haber olvidado, el  representante del grupo Zacatecano que llevó a la derrota electoral a Luis Walton tres veces seguidas,  hasta que por decisión política del Ángel de Guerrero, Walton ganó de forma contundente la Joya de la Corona.

Algún problema serio debe tener el legislador Ricardo Mejía Berdeja que no lo deja dormir tranquilo y al no saber como solucionar ese problema decide emprender la campaña en contra de Velázquez Aguirre, no debemos dejar pasar por alto que Evodio tiene un matrimonio fuerte, solido y que tiene el apoyo incondicional de su esposa la maestra Perla Martínez, quien dicho sea de paso mantiene una actividad constante en el DIF, y se da el tiempo para convivir con sus pequeños hijos a los que lleva personalmente a la escuela.

Comparar al edil Evodio Velázquez con José Luis Abarca es miserable, es como decir que Mejía Berdeja quiere vivir una vida de joven y ante la emoción juvenil abandonó a su esposa para andar de noviecito y refugiarse en una joven mujer adoradora de caninos y a quien le cumple todos sus caprichos personales y de sus “hijos caninos”, el vetusto político coahuilense está prendado de los encanto de la joven artista desconocida a grado tal que dejó casa y familia para calmar sus emociones reprimidas  pero hacer esa suposición  es bajo y  cruel, lo reconozco.
Evidentemente Mejía Berdeja no tiene la calidad moral ni política para hacer señalamientos a priori, si realmente tuviera las pruebas en las manos de sus dichos, con valor y verdad estaría presentando una denuncia formal en la delegación de  PGR en Guerrero.

Alguien en Movimiento Ciudadano le puede decir que para mantener la tranquilidad mental lo mejor que debe hacer es regresar al nido de donde salió y que las aguas se calmen, porque Guerrero no está para que mentes perversas y desequilibradas salgan a abrir la boca nada más porque su patrón se lo ordena o porque la testosterona le dice que para seguir manteniendo la llama de amor de su nueva conquista hay que seguir golpeando al edil acapulqueño.

Algo malo le ocurre al protector de “patitas felices” y es que la canina no deja de ser canina como dijo Walton en una ocasión, la señora de la casa, siempre será la señora de la casa.


Ojalá reflexione sobre su actuar y se preocupe por la situación que se vive no solo en Acapulco, sino en todo el estado de Guerrero, ojalá que junto con su patrón y jefe político Luis Walton Aburto logren calmar los ánimos porque cuando fueron gobierno no se destacaron por su eficiencia, así de sencillo.

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