jueves, 25 de junio de 2015

ENTRE LA VERDAD Y LA FICCIÓN PERIODISTA DE LA CALLE Por Jorge Luis Falcón-Fernández Arévalo*

El bloguero es un comentarista que aporta su visión periodística de la realidad sin inconvenientes, trabas o cortapisas, sin presiones de poder; aunque sí del hampa.
Sin establecer un orden jerarquizado en la publicación de sus notas informativas, análisis o artículos, va hilando una realidad noticiosa, para informar. Para entender, para interpretar.
En la actualidad, vivimos interconectados a través de una red de información que genera contenido constante y en donde los reporteros, articulistas, columnistas, los editores y la audiencia lectora (que puede o debe ser periodista de calle) se encuentran a un mismo nivel. Ahora, al mismo tiempo se es lector, redactor o escritor.
Es un sistema interactivo y debido a ello, se dice que los medios ya no tienen la exclusividad sobre la información pues el ciudadano, aportando sus experiencias personales puede formar parte de ese proceso de creación.
Dan Gillmor es catalogado por muchos lectores y comunicadores como el padre del periodismo ciudadano. Aboga porque los medios de comunicación otorguen voz a los ciudadanos y refleja la influencia de las nuevas tecnologías en la evolución del periodismo.
Si se pretende hacer un buen periodismo informativo es el momento de que los medios tradicionales impresos, televisivos o radiales cambien sus estructuras, métodos y políticas; y, en ocasiones hasta sus voces. Es un periodismo atrasado, pretérito, arcaico. Caduco.  Las  audiencias también son parte del mensaje en el medio por ello, es importante que se  tenga diariamente una conversación con ellos. No sólo invitarlos a que lean, vean o escuchen si no también a que participen del proceso informativo sean voz viva.
Una sociedad cambiará o se transforme, cuando ésta se integre con ideas y propuestas hacia un mismo fin. La democracia es un ejercicio diario de la población, no desde el poder. A ellos se les habrá de exigir. Pero mientras esto no ocurra, permaneceremos ociosos, inmóviles, desgastados en un mismo sitio. En la perorata, en la monserga, en la matraca.
No se debe olvidar que ahora por medios digitales, tu noticia no es local, es mundial; por lo tanto tus esquemas del periodismo deben estar en concordancia a la aldea global. “El medio es el mensaje”, Por lo tanto, se debe entender que nuestra cultura determina mucho sobre lo que somos más allá de eso.
Si quieres que tu entorno cambie, participa, no se puede dejar a la mediocridad gobernar; asir el poder a analfabetos criminales. Hampones de nuestra existencia y desde una trinchera, ver nuestra desgracia moral; pues en la ética está el cambio. Solo hazlo, seamos periodistas de la calle.

*@GradoCero_Gro

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