viernes, 18 de julio de 2014

¿HAS PENSADO EN ALGUNA OCASIÓN QUE UN FAMILIAR NO SE COMPORTA COMO SIEMPRE LO HABÍAS CONOCIDO?.¿SUPLANTACIÓN DE IDENTIDAD O SÍNDROME DE CAPGRAS?


Síndrome de Capgras
También conocido como Mal de Capgras, este síndrome afecta el sentido de la identificación del paciente. Se caracteriza por la constante creencia de que un ser cercano y querido fue sustituido o reemplazado por un impostor idéntico.
El síndrome de Capgras, también conocido como ‘ilusión de los dobles’, fue descrito por primera vez por Jean Marie Joseph Capgars. Es un trastorno, parte de un proceso psicótico, por el cual el afectado tiene la creencia delirante de que una persona cercana con la que existe un vínculo emocional, por lo general un familiar con el que convive, ha sido reemplazada por otra persona, un sustituto idéntico tanto en su físico como en su forma de actuar, lo que le provoca fuertes sentimientos de miedo y rechazo hacia esa persona a la considera un impostor.
Imagine por un momento la situación, vuelves del trabajo, y tras abrir la puerta de casa te encuentras con un extraño, que se parece mucho al familiar (tu marido, tu hijo…) con el que compartes hogar, pero algunas diferencias te hacen pensar que no lo es. El miedo e incluso terror que puede provocar esta situación va a generar un gran sufrimiento psicológico a quien la sufre.
El por qué ha sido reemplazado, por quién, o para qué son preguntas que no es capaz de explicarse la persona que sufre el síndrome de Capgras, lo que añade aún más incertidumbre y miedo a la situación. Esto va a derivar en sentimientos de evitación o rechazo hacia el sustituto, siendo éste el primer síntoma que puede apreciar un allegado sobre que algo no va bien. Una situación que si no se resuelve va a generar una gran tensión familiar, que puede terminar con la separación de la pareja, en caso de que sea ésta sea la sustituida, o el alejamiento de tus seres queridos.

Ahora ponte en el caso contrario, que tu mujer, de buenas a primera, afirma que no eres con quien se casó, que eres un extraño y que no quiere compartir la casa contigo, insistiendo en que salgas de su vida, ya que eres un completo desconocido, y no sabe de tus intenciones para con ella. ¿Cómo te sentirías? Pues así es como se siente el sustituto: sorpresa, extrañeza, incomprensión, sabes que existe un problema, y que es grave, pero no sabe cómo solucionarlo, pues por muchas explicaciones que trates de dar, o intentes aportar pruebas de que eres quién dices ser, el de siempre, la persona que sufre este síndrome no parece querer comprender que nada ha cambiado.

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