miércoles, 26 de febrero de 2014

A PACO DE LUCÍA, Por Isaias Alanis

A PACO DE LUCIA
(Algeciras, 21 de diciembre de 1947
Cancún, México 25 de febrero de 2014)


Por: Isaías Alanís

Empieza el llanto
de la guitarra
es inútil callarla
es imposible, callarla

Federico García Lorca

Entre las cuerdas sus dedos
se clavan como saetas;
el bordón es infinito
sus dedos son una fiesta,
un bosque de terciopelo
fulgura en cada vuelta
y los ángeles del Greco
con una nube por prenda
se levantan de la lumbre
con una gitana pena.

Que no quiero ver los ojos
de Paco en cada cuerda,
que la guitarra desplume
al universo de hierba
y los acordes del tiempo
-pájaro de tristes letras-
con malagueñas de polvo
estallen en la cadencia
de la gitana que cubre
sus ojos con una estrella.

En el bosque de su cuerpo
gravitan sombras despiertas
que lucen como tu nombre
y dan fruto en cada cuerda;
nacen robles con tambores
y un ciprés de siete estrellas
bien plantado en tu hombro
vigila con sed de perla
que los ángeles del campo
en el tablao no se detengan.

Entre seis cuerdas de flores
te elevaste al infinito
con tu fluidez de color;
oro de trigos y avena
fue tu vida de centella
que se queda y se disipa
al sonido de una flor,
y galopa en un tablao
en alas de un ruiseñor
sobre un barco de guitarras
que canta en tu corazón.

No me digas que te fuiste
y que te vas a quedar,
lo que la vida nos presta
con la misma fe se va;
no hay guitarra que la pare
ni pasión que la contenga
ni cante jondo desnudo
que la coloque en su flecha
y se clave sin remedio
sobre la luz de tu ausencia.

Ay cuán lucía Don Paco
al puntear en cada cuerda,
su matrimonio de barro
lo tuvo con el metal
que le da alma a la cuerda
y no la deja callar.
¡Ay que será de sus manos
qué será de su esperar
que una gitana de espuma
lo bien ayude a cruzar!

La puerta de humo gitano
que lo lleva a ese lugar
cubierto de musgo blanco
como un cigarro formal
con el que Lucia, luciente
la cerró sin vacilar
arpegiando un cante jondo
por la puerta y por el mal
que la luz de los gitanos
apagan al zapatear.

El dolor ya tiene fecha
entre dos aguas te vas,
visionario del flamenco
con Camarón de la Isla
en otra ínsula estás
celebrando con tu “aire”
de buen gitano cabal
que la vida es un fandango
-humo, cigarro y caudal-
que tuvo ya su final.

El hijo de doña Luzia,
en Badajilla nació
barrio bravo de Algeciras,
cuna de nuestro señor;
el dios de las seis cuerdas
Paco a secas se llamó
luciente de luz luciente
en Cancún ayer murió
una saeta de espuma
su corazón traspasó.

Del barrio de los gitanos
luz de plata y romaní,
Paco ya va en camino
montado en un colibrí
el dios viejo de la selva
su astronomía le prestó
pa’ que con toda su ciencia
gitana de tradición
toque las cuerdas a lado
de Kabrakán el mayor.

Adiós Paco de Lucia
señor de nuestro señor
un coro de mil espuelas
te despiden con pasión
al son de una sevillana
y un cante jondo de honor.
Tu guitarra va primero,
García Lorca va detrás
al tablao de esta tierra
donde la vida se va.

Una gitana de lumbre
me regaló un ruiseñor,
abrí sus alas sangrantes
en cruz de su corazón
y era tu cuerpo desnudo
clavado en el resplandor
de la guitarra flamenca
que muda ayer se quedó
cuando en el mar de la noche
jardín de tu inspiración;

el duende de los gitanos
me lo dijo sin temor;
de Lucia ya cabalga
sobre un caballo mejor
rumbo al cielo de gitanos
con la luna a estribor.
Ya Camarón de Isla
afina su hermosa voz
para cantarle a los ángeles
que el Greco nunca pintó.


26 de febrero de 2014

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