sábado, 14 de diciembre de 2013

Tercera Vía Los otros “rehenes” Ernesto Rivera Rodríguez

Ernesto Rivera
La retórica exigencia de destitución del Secretario de Seguridad Pública y Protección Civil de Acapulco, Alfredo Álvarez Valenzuela, no deja de ser una tramposa demanda desde los poderes fácticos,  para frenar, detener, disminuir y desaparecer la corrupción galopante que de acuerdo a la opinión pública corrompe hasta el tuétano esa corporación de seguridad, además de buscar detener la grave contaminación social que existe en fuertes sectores de la prestación de servicios y comercio de la ciudad.

Sectores estos que son la punta de  lanza del ejercicio permanente de la ilegalidad, vía el usufructo del uso comercial de calles y banquetas: el ambulantaje, el que se ha convertido en carne de cañón, del crimen organizado, los “otros rehenes”, como las organizaciones de taxis no sólo de la zona conurbana, así como también las controladas rutas urbanas y del transporte de materiales de construcción, quienes fueron los otros “rehenes” de la ciudad y son utilizados por quienes desde las sombras pretenden impedir la aplicación de la ley, de las prácticas anticorrupción, y detener el pago de cuotas como un verdadero cáncer invade esos sectores de la sociedad y del comercio informal .

Sin decoro alguno gentes como José Sánchez Sánchez, sofista costeño, tramposo e  ineficaz en su liderazgo, reducido a vocero de sus jefes que lo usan como títere desde las sombras, pretenden engañar a la opinión pública tomando las calles, en tanto en una bien organizada escalada de toma de calles y bloqueos, más que con poder de convocatoria,  con la convocatoria de los poderes  facticos y del salario del  miedo  -que sería la envidia de cualquier partido político- toman las principales avenidas de la ciudad, buscando desestabilizar lo ya ganado, con un impacto que pudo ser mayor pero que en conjunto la ciudadanía acapulqueña soportó estoicamente al afán perverso  de quienes se prestaron y se han prestado para perjudicar el desarrollo normal de la vida cotidiana de los acapulqueños como y del turismo que nos visita.

Operador de pobres miras, José Sánchez Sánchez, ha jugado al límite generando con sus gritos, molestias y enojos en su carencia de liderazgo real, en  lo que no deja de ser un ejercicio retórico que  nunca concreta en la práctica.

El pasado jueves 12, estos grupos heterogéneos sin liderazgos reales, pero si cooptados por los poderes de facto  que los tienen bajo su yugo, y de quienes deberían de emanciparse y dejar de ser sus esclavos, ha servido de parteaguas entre la ilegalidad que ellos se mueven y el respeto a la  ley que en la opinión pública ha tenido sin subordinación alguna su crítico más eficaz.
Entre más fuerte griten y más tensión generen directamente a la administración del Alcalde Luis Walton Aburto, a las autoridades estatales y federales, sobre el asunto irrebatible de Alfredo Álvarez Valenzuela, las molestias y enojos que desate entre sus adversarios y  enemigos ideológicos son incalculablemente inferiores a los beneficios políticos que se juegan y se obtienen.

Este espectro de supuesta oposición, lo único que ha sacado a flote fue la manifestación de fuerza de lo que en voz baja se comenta, la existencia real de fuerzas de facto que no habían dado la cara y que hoy con estas movilizaciones fueron identificados supuestos liderazgos que sólo son instrumentos manipulables, manejables al antojo del miedo, carentes de posibilidades de moverse por los canales institucionales, que buscan conciliar a su favor inútilmente grupos antisistémicos, como supuestos actores sociales cuya beligerancia no mide las  consecuencias de enfrentar a un Estado que nunca permitiría ser rehén de su violencia.

 Email:gernestorivera@gmail.com

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