viernes, 27 de septiembre de 2013

Reseña del libro: “El hambre que viene: la crisis alimentaria y sus consecuencias”, 2009. ROBERTS, Paul. Por: el Dr. Floriberto González González

Dr. Floriberto González González
Hace un par de años cayó en mis manos el libro arriba citado, y lo adquirí por curiosidad, ya que no es tema que trabaje. Sin embargo, el título era sugerente y al ojear el prólogo, me llamó la atención que prácticamente es una investigación con datos, fechas y nombres, por lo que no eran ocurrencias ni futurismos del autor. Lo leí en cuanto le tocó su turno y lo dejé pendiente para consulta. De vez en vez nos mirábamos como si supiéramos que pronto volveríamos a interaccionar. Y llegó la hora. Primero el Programa de la Cruzada contra el Hambre, y unos días después, la catástrofe natural que azotó medio país y principalmente al estado de Guerrero.

Van pues algunos datos. Actualmente la población mundial es de alrededor de siete mil millones de habitantes, y para el año 2050, será de aproximadamente diez mil millones de habitantes. Simplemente no habrá agua para satisfacer las necesidades de dicha población, y mucho menos alimentos, por tres razones de realidad que no requieren ni siquiera explicación: ya no hay espacios qué sembrar, el agua escasea, el clima ha dejado de ser estable, y la energía ha dejado de ser barata. Estos cuatro aspectos han salvado de la hambruna a la humanidad durante todos sus periodos de crisis alimentaria; pero llegaron a su límite y ya no hay más, por lo que inició la cuenta regresiva. La pregunta que el autor plantea es: ¿Hay solución antes de que se llegue al punto de no retorno y se colapse el mundo?

Si bien actualmente pareciera ser que se está produciendo alimentación en cantidades nunca imaginables, para que pueda ser redituable se requiere producir miles de toneladas y que puedan ser consumibles de inmediato, pero no todos tienen la economía para tener acceso a ellos. Por eso dice mi compadre Humberto que primero nos engordan y después nos quieren vender pastillas para adelgazar, cuando la ecuación es simple: hay que comer menos y hacer ejercicio, pero comer menos significa pérdida para el mercado de alimentos. Qué paradójico, mientras millones están en engorda, otros millones se mueren de hambre.

El 2050 está a la vuelta de la esquina, y yo creo también que ya inició la cuenta regresiva. Que cada uno asuma las consecuencias de sus actos. Lo que acaba de suceder es la primera llamada.

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