domingo, 10 de marzo de 2013

Entresemana Cien días de disciplina… priista Por Moisés Sánchez Limón

Moisés Sánchez Limón

El Sacro Colegio Tricolor tiene en sus cardenales al más ordenado y disciplinado equipo cuyas oraciones riman en el eco de la línea presidencial. Enrique Peña Nieto ha cumplido los primeros cien días en el máximo cargo de elección popular con un bono centrado, en buena parte, en el beneficio de la duda.
Aunque Peña Nieto ganó holgadamente la elección presidencial, quienes no votaron por él y muchos de los que sufragaron a su favor confían en que no malgaste el bono democrático y continúe en esa ruta trazada a partir del Pacto por México, máximo acuerdo político del que sus principales firmantes suelen sospechar de sus alcances y las más de las veces lo asumen como moneda de cambio en la negociación legislativa con el PRI, el sacro tricolor.
La aprehensión de la maestra Elba Esther Gordillo Morales se significaría como el golpe para recordar que hay Presidente de la República y, por ende, el Partido Revolucionario Institucional debe entender que los que corren son otros tiempos políticos con una oposición nada obsequiosa, aunque dispuesta a lograr consensos.
Pero aún hay resistencia a la disciplina, contrastante con quienes en exceso disciplinados ponen en riesgo la procedencia de las decisiones del Presidente, como quienes asumen a pie juntillas la expresión de que no hay intocables y, por ende, se aplica la ley y desaparece el fuero constitucional.
No obstante, como en política no hay casualidades, aquello de excederse en el respaldo a una decisión presidencial podría considerarse en términos de dejar mal parado al Presidente y al aparato de procuración de justicia, con la aplicación de una evidente cacería de brujas que sirve de pretexto para el cobro de facturas personales o de cacicazgos.
Así, en el entendible proverbio popular de “hágase justicia en los bueyes de mi compadre”, a una versión de que el gobernador de Tabasco, el ex priista Arturo Núñez Jiménez, interpuso denuncia contra su antecesor Andrés Granier Melo, y que la Procuraduría General de la República atrajo de inmediato el caso, notables tricolores como Manlio Fabio Beltrones Rivera, coordinador de los diputados federales del PRI, la secretaria general del CEN del PRI, Ivonne Ortega Pacheco, y hasta el presidente en turno de la Mesa Directiva de la Cámara baja, Francisco Arroyo Vieyra, se pronunciaron por aplicar la ley pero abandonaron a su suerte a quien, en su momento, trataron como uno de ellos, es decir, un priista notable.
Papelazo, empero, porque se fueron con una bola de humo. El procurador General de la República, Jesús Murillo Karam negó que la demanda haya sido contra Granier, cuyo nombre no aparece en la averiguación previa, además de que no atrajo el caso, sino se trajo el expediente de Villahermosa para analizarlo y proceder en consecuencia. Granier puede ser mojarra enjabonada, y los priistas destacados ejemplo de disciplina con la palabra presidencial, quedarían mal parados con pinta de oficiosos.
¿Alguna duda? Bueno, el procurador Murillo Karam reiteró este domingo de festejo en Palacio Nacional por los primeros cien días de la administración de Peña Nieto, que si es necesario se citará a Granier Melo a comparecer, pero por lo pronto ni siquiera está mencionado en el expediente del caso por malversación de fondos públicos.
Cien días en los que estos priistas destacados reasumen el papel frente al jefe máximo, quien reconoce el trabajo de su equipo, del priismo, pues, que con visión, fuerza y pasión se propuso mover a México para llevarlo al lugar que se merece y les dejó claro que este ritmo de trabajo será la constante en su administración.
El senador Emilio Gamboa resumió la opinión del PRI: “hay avances significativos en cien días y ha cambiado el estilo de hacer las cosas”. Así es el reencuentro con el poder… y la disciplina ¿Alguna duda?

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